Mi camino no estuvo exento de desafíos inmensos, tanto a nivel personal como profesional. En algunos momentos, la vida me puso a prueba de maneras que nunca imaginé. Me encontré cara a cara con dificultades que parecían abrumadoras, desafiando no solo mis habilidades profesionales, sino también mi fortaleza interior.

Esos momentos no solo eran obstáculos en mi carrera, eran pruebas de resistencia que en ocasiones me llevaron a un aislamiento temporal. Fueron períodos de profunda introspección, donde busqué respuestas dentro de mí mismo, tratando de comprender y superar lo que estaba experimentando.

Esas luchas personales y profesionales dejaron una huella imborrable en mi ser.

Fue justo en esos tiempos donde trataba de lograr un reencuentro conmigo mismo, cuando sucedió un giro inesperado en mi viaje. En aquel entonces, me topé con alguien que se autodenominaba 'un coach' y que estaba dispuesto a acompañarme y apoyarme en mi deseo de encontrar un equilibrio. Aunque en ese momento desconocía por completo el significado de esa palabra, decidí darme el permiso y hacer esa llamada.

Me dejé guiar y pronto comenzamos a explorar la inmensidad de mi interior. En poco tiempo, comencé a percatarme que esos caminos oscuros que había estado enfrentando me estaban ofreciendo la oportunidad de encontrar una luz más brillante.

Me di cuenta de que este proceso no solo me estaba permitiendo redescubrirme, sino también me ayudaba a valorar mi propia esencia. Comencé a reconocer mi vulnerabilidad como una fortaleza, comprendiendo la importancia crucial de cuidar de mí mismo.

Fue un período emocionante de descubrimiento personal y de comprensión más profunda, que me llevó a tomar responsabilidad de mi bienestar con renovada esperanza.

Luego de ese recorrido, comprendí mi misión de vida: "Ayudar a personas a alcanzar una vida más plena y productiva". Y tomé una de las decisiones más importantes de mi vida: convertirme en coach profesional.

Ese proceso de un poco más de dos años impulsó aún más mi transformación personal y mis deseos de impactar a la sociedad desde mis experiencias y conocimientos. Poco a poco, descubrí que "ser productivo" es una elección que uno hace, y el camino se recorre mejor si se está acompañado.

Me dediqué a especializarme en productividad personal y logré combinar lo que hoy en día son mis tres grandes pasiones: capacitación, coaching y productividad. Con esta combinación, honro cada día mi misión de vida, acompañando a personas y empresas por los caminos que yo recorrí hacia una vida más equilibrada y próspera.